- Año: 2016
-
Fotografías:Nguyen Duy Thanh, Le Hai Anh, Patrick Bingham-Hall
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Creciendo misteriosamente desde el suelo, las columnas de hormigón se mueven rítmicamente, se ramifican y envuelven cuatro niveles del edificio. El edificio está iluminado por la suave luz del sol poniente, que se convierte en parte del horizonte. La luz del atardecer brilla a través, entretejiéndose entre el esqueleto de hormigón y el horizonte.
Este curioso edificio es parte del Village 3 en el plan maestro de High-Tech Park. Inspirado en las características locales y tradicionales del pueblo de Vietnam del Norte, el patio irradia cuatro caminos; conectando con el exuberante paisaje externo y actuando como cuatro entradas que recuerdan las puertas principales de un pueblo tradicional.
La estructura reticular de 12×25 metros permite un uso altamente flexible y eficiente del espacio. Mezclando áreas verdes y espacios abiertos, mejoran la experiencia del usuario a través del edificio; invitándolos a relajarse y disfrutar del paisaje. El diseño sostenible se encuentra muy presente; a través de la maximización de la luz natural, la ventilación natural, los jardines dentro de las oficinas, el reciclaje de aguas lluvia y el uso de materiales ecológicos locales.
La capa externa actúa como un elemento clave sostenible del edificio. Integra plantas trepadoras, que actúan como protección verde contra el sol, su densidad y grosor se han adaptado cuidadosamente desde diferentes orientaciones y exposiciones de fachada. Juntos, estos elementos crean un dinámico edificio ecológico que está integrado en la naturaleza y conectado con su entorno.
Tradicionalmente, cuando un edificio estaba en un estado de "ruina", a menudo como consecuencia del abandono y descuido, se convertía en un inconveniente y pasaba a ser un desagrado. La noción de que un edificio ha pasado su "fecha de caducidad" es realmente arcaica y está en conflicto con los fundamentos de la "sostenibilidad".
Aquí, la "ruina sostenible" se ve más allá de la estética y se sumerge en un enfoque holístico, convirtiéndose en algo inherente a la vida útil de un edificio que puede tener diferentes usos futuros. Esta idea tan intrigante se desarrolló aún más como el concepto de ruina futura bajo la tutela del think tank 8+ de G8A y se exhibió en 2015 en Hanoi Design.